Con estas chegamos a Alemaña. Os alemáns, nada máis cruzar a fronteira, teñen posta unha pedra ben gorda cunhas letras gravadas: Santiago de Compostela. Os números que tiña debaixo non os demos traducido pero máis ou menos viña a decir: Moi, moi lonxe. Iso si, a partir de aquí as conchiñas van aparecendo cada pouco, en principio é só seguilas.
En Regensburg (Ratisbona dinlle por aí) fixemos unha xornada de descanso. Visitamos unha librería cunha enorme sección sobre o camiño e preguntamos por el. Pouca información tiñan para tanta conchiña.
Decidímonos por seguir o Danubio.
Por toda a beira do Danubio teñen a envexa de Paco Vázquez, centos de quilómetros de paseo, non marítimo pero fluvial. O paseo está cheo de xente en bicicleta que o percorre enteiro ou a tramos, paseantes a pé ou á carreira. É como un grande parque cheo de Biergartens.
Atravesando unha vila, de nome Kelheim, un home maior achegouse a nós e comezou a nos explicar cousas da vila e sobre o roteiro a seguir. Non entendimos nin a metade, unha mágoa. Pero a conversa alongouse, e ao contarlle de onde viñamos o home insistiu en que o acompañasemos ao concello. Alí falou con un e con outro. E alguén explicounos en inglés que estabamos convidados a xantar.
Montáronnos nun barco cheo de turistas e dixeron que ao final do percorrido había un mosteiro, o de Weltemburg, nel poderiamos disfrutar dun delicioso prato típico bávaro. E así foi, ademáis os monxes do mosteiro fan unha rica cervexa negra da que tamén demos conta. Convidados por Viktor, un ciclista que andivo vivindo por Vitoria.
Pola tarde, e coma anos atrás fixeran os bárbaros xermanos, cruzamos o Limes e metémonos no Imperio Romano.
Coru.
This way we got to Germany. German people, just after crossing the border, have a really large stone with some letters carved in it: Santiago de Compostela. We couldn’t really understand the numbers written beneath, but they said something like: very, very far. The good thing is that from that place on, our guiding shells appear from time to time, so I guess the only thing we have to do is follow them.
In Regensburg we stopped to rest. We visited a bookshop with a huge section about the Way and we asked them about it. Despite having so many shells, they didn’t know that much.
We decided to follow the Danube.
All along the riverbank there is something Paco Vázquez would surely envy: a pathway of hundreds of kilometres. The promenade is full of people riding bikes, walking or jogging. It’s just like a big park full of Biergartens.
Going through a village called Kelheim, an old man approched us and started to tell us everything about the village and which way we should take. We didn’t understand a thing, which is a pity. But the conversation continued and, when we told him where we were coming from, the man urged us to follow him to the town hall. There he spoke with several people. Then someone told us in English that we were invited to have lunch.
Suddenly we found ourselves on a boat full of tourists, and they said that at the end of the trip there was a monastery, Weltemburg, where we could enjoy a delicious typical bavarian meal. We did so, and we also got to taste the dark beer the monks make. Viktor, a cyclist who had lived in Vitoria, was the one behind the invitation.
In the afternoon, as if we were german barbarians, we crossed the Limes and got into the Roman Empire.
Coru.
Con estas llegamos a Alemania. Los alemanes, nada más cruzar la frontera, tienen puesta una piedra bien gorda con unas letras grabadas: Santiago de Compostela. Los números que tenía debajo no los conseguimos traducir, pero más o menos venían a decir: Muy, muy lejos. Eso sí, a partir de aquí las conchitas van apareciendo cada poco, en principio no hay más que seguirlas.
En Regensburg (Ratisbona la llaman por ahí) hicimos una jornada de descanso. Visitamos una librería con una enorme sección sobre el camino y preguntamos por él. Poca información tenían para tanta conchita.
Decidimos seguir el Danubio.
Por toda la orilla del Danubio tienen la envidia de Paco Vázquez, cientos de quilómetros de paseo, no marítimo pero sí fluvial. El paseo está lleno de gente en bicicleta que lo recorre entero o a tramos, paseantes a pie o a la carrera. Es como un gran parque lleno de Biergartens.
Atravesando un pueblo, de nombre Kelheim, un hombre mayor se nos acercó y comenzó a explicarnos cosas del lugar y qué ruta seguir. No entendimos ni la mitad, una pena. Pero la conversación se alargó, y al contarle de dónde veníamos el hombre insistió en que lo acompañásemos al ayuntamiento. Allí habló con uno y con otro. Y alguien nos explicó en inglés que estábamos invitados a comer.
Nos montaron en un barco lleno de turistas y dijeron que al final del recorrido había un monasterio, el de Weltemburg, en él podríamos disfrutar de un delicioso plato típico bávaro. Y así fue, además los monjes del monasterio hacen una rica cerveza negra de la que también dimos cuenta. Invitados por Viktor, un ciclista que vivió en Vitoria.
Por la tarde, y como hace años hicieron los bárbaros germanos, cruzamos el Limes y nos metimos en el Imperio Romano.
Coru.
Que suerte encontrarse con gente tan vital. Debe ser empatía.
Animo valentes, por fin no lago de lemans, Laussane, a xente do voso club séguevos e anímavos, na vosa lucida loucura, estamos con vos.
Hola Andrés y Coru. Llevaba tiempo desconectada de vuestra aventura, pero hoy, no sé por qué, me acordé de vosotros y me pregunté: “¿por dónde andarán estos dos?”. Entré en vuestra página y así me enteré de que casi tenéis que dejar el viaje por falta de financiación. Pero me alegro de que al final no fuese así. Seguís en el camino y en nada estaréis de vuelta. Cualquier cosa, avisad. No estaría mal haceros una foto para el periódico entrando en el Obradoiro. Por los comentarios que he leído, menudo comité de bienvenida vais a tener. Ánimo y mucha, mucha fuerza. Un saludo
Que pasa chicos!
Escribimos desde la aldea de calzada, Camino de santiago y seguimos vuestra aventura desde que comenzasteis. Solo deciros que es una pasada lo que estais haciendo y que solo con ver las fotos se nos ponen los dientes largos. Deciros que estamos en el camino, en un nuevo bar que esta en el concello de Arzua ( la calzada) y que nos gustaria saludaros cunado pasarais por aqui!! se llama casa calzada SALUDOS Y FUERZA que ya queda menos!!!
Venga chicos que ya estáis en la Francia!!!
Menos mal que venís andando, porque creo que lo de la gasolina está muuuuu complicado, jejejejej
Un beso y mucho ánimo, que ya queda poquito!
61 km nun día, e cargados¡¡¡¡¡, non me estraña que xa estedes na porta do camiño tradiciona en Le Puy-en-Velayxa, xa non vos perderedes. Chegades pronto. Nos miramos
61 km nun día e cargados¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ puf.