É a setima vez que visito Finlandia, e en todas estas ocasións tiven a oportunidade de visitar gran parte do país, sobre todo o norte e o sur. Pero hai unha Finlandia que descoñecía, aínda que tivera pasado moitas veces por ela: a Finlandia rural.
O feito de ir camiñando permite observar con moita máis calma todo o que normalmente pasa correndo por detrás da ventanilla do teu coche, e descubrir así que detrás desas fermosas casetas vermellas de madeira existe unha actividade agrícola e gandeira que eu descoñecía.
Sempre souben da actividade forestal, e en certa maneira supoño que pensaba que a xente desas casas viviría da madeira, pero descoñecía a vida gandeira agachada tan só uns metros detrás da liña de árbores que se ve desde a estrada.
Granxas, gando, leiras, sembrado, tractores e todas esas cousas que teñen a gandería e a agricultura e que, por algunha extraña razón, non esperaba atopar aquí. E faime ilusión atopar algo que me lembra ás granxas galegas, sorpréndome con algunhas diferencias (sabíades que hai tractores de oito rodas?); pero, sobre todo, decátome de que por moito que teña visitado este país, por moito que me guste e por moito que crea saber del, aínda me sorprenden cousas tan sinxelas como atopar un prado cheo de vacas tomando o sol.
É que no fondo sigo a ser un turista.
Andrés.
This is my seventh time in Finland, so I’ve already visited many areas of the country, especially the north and the south. But there is a Finland that was still unknown to me, even though I had passed by it many times: rural Finland.
We travel on foot, which makes it easier to observe and really enjoy all those landscapes that usually just run behind the car’s window, and that way, discover that, behind those beautiful red wooden houses, lies a forest and stockbreeding activity I had never known about.
I always knew about the forest activity and I guess I somehow thought that the inhabitants of those houses would make a living from wood, but I had no idea about the stockbreeding life hidden just a few metres behind the line of trees that can be seen from the road.
Farms, cattle, sown fields, tractors, and all of those things surrounding stockbreeding and agriculture that, for some strange reasons, I didn’t expect to find here. And it makes me happy to come across something to remind me of Galician farms, and I’m surprised with some of the differences (did you know that there are 8-wheeled tractors?). But, most of all, I realise that no matter how much I’ve visited this place, how much I love it or how much I believe to know about it, I keep on being surprised by simple facts such as finding a field full of cows laying under the sun.
I guess I keep on being a tourist after all.
Andrés.
Es la séptima vez que piso Finlandia, y en todas estas ocasiones tuve la oportunidad de visitar gran parte del país, sobre todo el norte y el sur. Pero hay una Finlandia que desconocía, aunque había pasado muchas veces por ella: la Finlandia rural.
El hecho de ir caminando permite observar con mucha más calma todo lo que normalmente pasa corriendo por delante de la ventanilla de tu coche, y descubrir así que, detrás de esas bonitas casetas rojas de madera, existe una actividad agrícola y ganadera que yo desconocía.
De la industria forestal siempre supe algo, y en cierta forma supongo que pensaba que la gente de esas casas viviría de la madera, pero no se me había pasado por la cabeza la vida ganadera escondida unos metros detrás de la línea de árboles que se ve desde la carretera.
Granjas, ganado, campos, sembrado, tractores y todas esas cosas que tienen la ganadería y la agricultura y que, por alguna extraña razón, no esperaba encontrarme aquí. Y me hace ilusión encontrar cosas que me recuerdan a las granjas gallegas, me sorprendo con algunas diferencias (¿sabíais que hay tractores de ocho ruedas?), pero, sobre todo, me doy cuenta de que por mucho que haya visitado este país, por mucho que me guste y por mucho que crea conocerlo, aún me sorprenden detalles tan sencillos como encontrar un prado lleno de vacas tomando el sol.
Si es que en el fondo sigo siendo un turista.
Andrés.
Un pouco de morriña se mira entre as liñas do texto, eso sí, gusto mais das bermellas e ordenadas casetas finesas que do kaos galego, pero, que se fai. Pasadeo ben.
Sé ha parado el tiempo, así me siento yo leyendo aqui, toda la semana corriendo, estresada, el trabajo, niños, etc Y de repente me siento y estoy en Finlandía,es mágía. Con estas palabras estoy en sus campos,que maravilloso es soñar a través de este blog.
Me parece que estamos un poco nostágicos.No os preocupeis que siempre nos quedará Galicia. ¡ah! ¿qué se cultiva en Finlandia?. Mucha suerte y ánimo que lo estais haiendo muy bien
Saludos de la parte de todos los de A Laracha que en cuanto podemos os seguimos por la web o por los comentarios de Esther y Maxi.
Nos parece una aventura apasionante y enriquecedora.
Me encanta el mapa con las fotos geoposicionadas!
Muy bueno el mapa, me encanta. Bueno como no esperasteis por mi para hacer este apasionante viaje, me conformaré con vivirlo a través de vosotros. Mucho ánimo y hasta el final.